Definitivamente, una de las cosas que más dan sentido a la existencia de la vida humana, una de esas en las que cuando uno se pone extremadamente filosófico y se pone a hacer preguntas estúpidas al respecto de: la existencia, la vida, el universo, el ser, dios (o Dios, dependiendo de lo religiosos o respetuosos que seamos), el alma, por qué pensamos, por qué nos podemos comunicar, qué es la mente, cuál es el sentido de todo, qué es la nada, y demás aspectos que hacen que los filósofos, psicólogos, sociólogos de la cultura, de la ciencia, teólogos, historiadores de lo chafa y de lo bueno tengan chamba (tengamos la mera verda') en fin; decía que una de las cosas que dan sentido a todo lo anterior es uno de los días que hacen gloriosa la existencia de la gente en éste y cualquier móndrigo país y eso es...
... el día que le instalan televisión por cable a uno (y si en el paquete hay teléfono con llamadas ilimitadas e internet "menos chafa" -será cosa de ver- que el anterior que tenías, qué mejor).
Uno de esos días en los que uno se pone a reflexionar sobre lo chingón que uno se la va a pasar un sábado por la tarde echado cual vil marrano en el cochinero viendo la tele todo el desgraciado día. Haciendo alusión y reverencia al méndigo dios (bueno, Dios) del zapping, que es mi favorito, y ese Dios la verdad no es más que uno mismo (o sea uno fue quien contrato el méndigo sistema de cable, lo esperó pacientemente el día que le dijeron que lo iban a instalar y se aguantó a la recepcionista de la compañía cuando le dijo que ése día no iba a ser posible sino hasta dentro de dos días, porque hubo problemas con no sé que que en ése momento a uno no le interesan porque en lo único que piensa es en estar echado como vaca viendo los pinchemil canales que le van a poner a su tele - y sí, léanlo así, sin comas porque es la víscera hablando) porque la televisión que es su creación y también porque la hace a su imagen y semejanza, la tele es lo que uno decida que sea, de la tristeza a la alegría con el apretujón de un sólo botón.
Y bueno, lo comento porque estoy escribiendo estas palabras mientras el técnico, el famosisissisiisisisisisisisisisisisisisisisisisísimo chico del cable (cable guy!!) está chambeando y echando la gota más gorda porque le está constando un huevo hacer su chamba en mi casa, y no le he ofrecido ni un méndigo vaso con agua, porque estoy escribiendo ésto que no sirve pa' un carajo (o sea ponte a trabajar). Pero no importa, al terminar será recompenzado con mi enorme gratitud y tal vez, y sólo tal vez, un vaso con agua de mi hermosa cocina, la cual se ve hermosa, igual que el resto de mi casa, porque hoy va a haber una atmósfera de paz y de alegría ¡¡¡porque habrá cable!!! O sea... ¡¡¡no manches weee!!! ¡¡¡cable!!! sí, sí, jamás en la vida me había traumado; sí, era de los que se iba a casa de un familiar (generalmente los papás) a ver la tele porque ellos seguramente sí tenían tele por cable, sí, Yo era de esos, pero no más; ¡nunca más! y ahora los dejo, porque ya acabó el cable guy y me está pidiendo que cheque el desmadrito que hizo para que yo pueda ser feliz. Todos están invitados a mi casa a ver la tele a usar el internet o a hacer una llamada (local culeros ¡¡¡¡ehh!!!) cuando quieran, nomás avisen y esperemos (dios mediante) que no se les haga costumbre.
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